La obesidad y el sobrepeso son la consecuencia de comer más calorías de las que quemamos durante el día. Es decir, aunque existen distintas razones que influyen en la obesidad y el sobrepeso, la mayoría de las veces; la explicación es sencilla: estamos comiendo en exceso.
En ocasiones, pretendemos ignorar las razones que nos llevan a comer más de lo saludable. Dos factores que nos llevan a comer en exceso pueden ser la ansiedad o el estrés. Cuando sentimos ansiedad o estrés buscamos métodos de escape y uno de ellos es correr hacia la nevera. De esta manera, nos distraemos con la falsa sensación de alivio y creemos que nos ayuda a lidiar con nuestras emociones. Sin embargo, como es un alivio a corto plazo, tendemos a repetir esta conducta una y otra vez, buscando en la comida soluciones que no nos puede brindar.
Al sentir “alivio” una y otra vez con la cantidad de comida que consumimos durante el día, ignoramos identificar las situaciones que nos están provocando estrés y ansiedad. Como adultos, podemos decidir si “comernos” nuestras emociones o buscar la manera de entender cuáles son las causas reales de la ansiedad o el estrés y encontrar las herramientas para manejarlas. El comer en exceso nos provoca otras situaciones igualmente estresantes como el aumento de peso o distintas condiciones médicas. Las personas que se “comen” lo que sienten ni siquiera se disfrutan la comida, usualmente comen rápido y luego los invaden sentimientos de culpa o asco por los alimentos que ingieren en grandes cantidades.
Existen maneras para manejar estos sentimientos sin tener que “comértelos”.
- Acepta que estás comiendo como refugio para manejar las emociones.
- Identifica los factores que disparan esas emociones, por ejemplo, puede ser mucho trabajo, problemas familiares o económicos; cualquier razón es igualmente válida y manejable.
- Busca ayuda para atender la situación que te causa estrés o ansiedad.
- Organízate; la buena organización es clave para sentir menos ansiedad o estrés y poder lograr tus metas. Esto incluye organizar las comidas y meriendas.
Es importante establecer un plan para saber cómo reaccionar cuando sientas el deseo de comer impulsivamente para controlar la ansiedad o el estrés. Cuando sientas esos deseos intensos por salir corriendo a comerte medio bizcocho de chocolate, tienes que detenerte. Punto. Párate como si estuvieras congelado, siente la emoción que tu cuerpo está experimentando y respira lentamente porque esa emoción se va a ir diluyendo. El tiempo de duración es entre 10-15 minutos. Te sentirás incómodo y, sí, te parecerá una eternidad, pero te aseguro que no morirás en el intento. “Yo puedo” es la frase que repetirás en tu mente mientras pasa el momento incómodo. Repítelo todas las veces que sea necesario y verás como esa costumbre termina por extinguirse.
No olvides que cambiar hábitos conlleva esfuerzo y consistencia. No te compares con otros, a cada uno le toma su propio tiempo. Algunas personas podrán cambiar hábitos más rápido o más lento que tú, lo importante es que seas consciente de tu situación y de tus pequeños logros cada día, hasta que, sin darte cuenta, hayas llegado a la meta: una nueva manera de manejar tus emociones.
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